Lo cierto es que la vida le sonrió el martes a una vecina de Astrabudua de 13 años. Cayó por un terraplén de 20 metros de altura que separa una zona ajardinada de su barrio de un polígono industrial y no solo no sufrió heridas que hicieran temer por su vida, sino que ayer ya se recuperaba de sus lesiones en su propia casa. Los hechos se desencadenaron sobre las 20.40 horas del martes.
La pequeña se encontraba jugando en la confluencia de las calles Mezo y Atxutegi de Astrabudua, cuando, por causas que se desconocen, se precipitó por el talud hasta una zona cercada.
La alarma la dio un vecino que paseaba con su mujer por la Ribera de Axpe y que vio espantado caer el pequeño cuerpo desde lo alto. El matrimonio contactó de inmediato con SOS Deiak. Fue necesaria la presencia de tres dotaciones de Bomberos. Ocho de estos profesionales echaron abajo la valla que protege el perímetro donde cayó N.I.C., en las inmediaciones de los pabellones.
Hasta allí también se trasladaron agentes de la Policía autonómica y sanitarios de la Cruz Roja y la DYA.
Los servicios de emergencia procedieron a inmovilizar a la pequeña, que era incapaz de salir por sus propios medios. Tras acceder al recinto aprovechando la existencia de una caseta y salvar así el desnivel, lograron llegar hasta la adolescente y procedieron a evacuarla en una camilla de rescate. Como desconocían la gravedad de sus lesiones, decidieron asegurar su cuello con un collarín. La menor había recibido un fuerte golpe y sufrido contusiones en las extremidades que obligaron a trasladarla a Cruces, donde se sometió a un reconocimiento exhaustivo.
Mientras, los vecinos de Astrabudua aprovecharon ayer para solicitar que se refuerce la seguridad en la zona, donde existe un gran desnivel porque el monte Arriaga cobra altura a partir de ese punto. «No está vallado. Debería haber más protección en la zona», aseguraron.
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