Se han superado las previsiones, aunque la ocupación media aún está en el 25,76%, de su capacidad, una estadística que el jefe de Pediatría, Santiago Lapeña, espera superar en los próximos meses, «los comienzos siempre son lentos y lo importante es consolidar el servicio, hay muchas técnicas que realizamos en la unidad que sólo requieren unas horas de hospitalización, por eso la media de ocupación es baja».
La actividad la UCI pediátrica es mixta: pediátrica y neonatal. Ha evitado el traslado a otros centros hospitalarios de la Comunidad a ochenta menores que, antes de la apertura del servicio en el Hospital de León, eran derivados a otras provincias , sobre todo los que requerían asistencia intensiva por patología respiratoria. Pese al avance, el objetivo final es eliminar los traslados.
La ausencia de un cirujano pediátrico en el Complejo Asistencial Universitario, una reivindicación histórica en León y que el consejero Javier Álvarez Guisasola prometió para el primer trimestre del 2011, ha provocado que cinco menores y sus familias hayan tenido que trasladarse a los hospitales de Salamanca, Burgos y Madrid. «Hemos derivado a diez menores, dos por traslado a sus lugares de residencia y cinco para los servicios de cirugía pediátria de otros hospitales».
En la nueva unidad se practican exploraciones y técnicas diagnósticas cruentas que mejoran la seguridad y la calidad de la asistencia.
La Consejería de Sanidad invirtió 644.000 euros, de los cuales, 309.000 euros se destinaron a las obras de acondicionamiento y otros 335.000 a la adquisición de equipos y materiales como la central de monotorización. La UCI dispone, entre otros materiales, de cuatro puestos de asistencia, monitor de función cerebral, ecógrafo, respirador de cuidados intensivos neonatal, respirador para ventilación no invasiva, carro de paradas, resucitador manual, cuatro camas y cuatro cabeceros con accesorios.
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